Los psicólogos no somos lo bastante fríos para ser científicos, ni lo bastante sensibles para ser artistas. Los psicólogos somos la conexión entre razón y emoción. Vamos, la viva imagen del eslabón perdido.
-i Mira, por ahí va un psicólogo!
Así se explica que la gente nos mire con cierto escepticismo. Ahora bien, cuando las cosas se tuercen todo el mundo nos quiere dar conversación.
– Oiga, ¿seguro que no me puede adelantar la cita?
-¿Adelantar la cita?
Bromas al margen, siempre estaré en deuda con mis pacientes. Yo les ayudo a recuperar el bienestar y ellos me permiten prosperar. Pero nunca les perdonaré lo pesados que se ponen cuando ya están bien y les doy de alta.
-De haber sabido muchas de las cosas que me has enseñado, me hubiese podido ahorrar un montón de disgustos.
-No me cabe duda, pues haber venido antes.
-Lo que quiero decir es que no entiendo por qué no nos enseñan esta serie de cosas en la escuela.
-Pues bienvenido al club, porque eso mismo me gustaría saber a mí.
-Vamos, hombre, que te podrías mojar y escribir divulgación.
-¿Escribir? Si supiese escribir me dedicaría a la novela negra en lugar de aguantaros.
Pero tras una falsa apariencia de cinismo se oculta un tipo facilón, porque la razón de ser de estas páginas es hacer las delicias de mis antiguos pacientes. De todos modos, a mí también me sirve, créanme, porque la asignatura pendiente de los psicólogos es la promoción del bienestar.
Pero tranquilícense porque no les voy a hablar de mis pacientes, ni de las sutilezas que emplean para convertir una sociedad moderna desarrollada como la actual en un valle delágrimas de resonancias bíblicas, sino en las cosas que les enseño para hacer la vida más fácil y llevadera. Y no les estoy vendiendo la fórmula de la felicidad; digamos que la felicidad es material cinematográfico y ahí no pienso entrar.
Ahora bien, como la experiencia profesional me ha demostrado dónde y cómo se zancadillean las personas, para curarnos en salud, les voy a estructurar la información en tres bloques bien definidos. En el primero abordaremos la mejora de la respuesta emocional. En el segundo, la mejora de las relaciones con uno mismo. Y en el tercero, la mejora de las relaciones con los demás. En realidad, les voy a facilitar una metodología para que sometan su calidad de vida a un proceso de mejora continua. Y una última consideración: para transmitir ideas razonables, me voy a servir de ejemplos, chistes y diálogos poco o nada razonables; digamos que eso forma parte del juego.
En fin, que les deseo una lectura agradable y que brindo a la mejor salud de todos nosotros, la
mental.
Angel Vea
Psicólogo Clínico
Clininav